Marta Castillo “Para Los Desmemoriados” escrito por: Rosa Marquetti

Marta Castillo 
“Para Los Desmemoriados” 
articulo escrito por: Rosa Marquetti
 
Marta Castillo: la muchacha de la foto
La reveladora historia de una de las figuras más connotadas en la historia del  cabaret en Cuba.
 
Su amiga cercana e incondicional, Kary Simpson, me confirma que la persona que busco podía recibirme, pero nunca antes de las 3 de la tarde. Kary y su esposo, ambos cantantes, la cuidan mucho, en ese acto amoroso en que se convierte la cercanía de los amigos coterráneos e inmigrantes, y en este caso, de larga data.  Eso lo percibo de inmediato.  Marta Castillo, con sus ochenta y ocho años maravillosamente bien conservados, aún vive en su apartamento madrileño los horarios del cabaret y el espectáculo:  ella sigue siendo noctámbula, vive de noche delante de su televisor, o con sus libros, siempre acompañada de sus santos, como si las mañanas no se hubieran hecho para empezar a vivir el día.  Marta Castillo sigue linda, hasta exultante, diría yo, dentro de una serena y rara majestuosidad.  Fina, elegante, educadísima, con una memoria que no puede ser otra cosa que el privilegio de un don divino, Marta es para mí un descubrimiento y una revelación, mucho más de lo que pude suponer cuando mi querido Jorge Enrique González Pacheco me habló de ella e inició la urdimbre que culminó en este encuentro.

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Y llegado a este punto me pregunto como nadie de los que nos pasamos la vida escudriñando el pasado musical cubano, la encontró antes.  Ni siquiera se menciona su nombre, ante la foto tan difundida con su amigo Benny Moré:  nunca se dice que esa muchacha es ella:  Marta Elena Castillo Torrens, la gran Marta Castillo, nombre esencial en la historia del cabaret cubano y cuya hoja de vida demuestra la destacada e imprescindible huella de los bailarines en la difusión internacional de la música cubana. 
La foto corresponde a un período de esplendor y salud para el Bárbaro del Ritmo, quien parece disfrutar de la compañía.  Marta, igual que él, miran a la cámara que parece haber aprovechado de súbito el momento.   Marta Castillo no duda:  afirma que fue tomada en el cabaret Montmartre, en el lejano 1954 durante un ensayo o ya en plena función -no recuerda bien- del espectáculo “El Solar”, que creara el gran coreógrafo Alberto Alonso.  Una pieza homónima había alcanzado resonante éxito en el Teatro Martí, y en ella bailaba una Martha muy joven, casi adolescente.  Se le puede ver en fotos con parte de aquel elenco all-stars que, como pocas veces suele ocurrir, pudo reunir su productor:  Benny Moré, Rita Montaner, Guillermo Alvarez Guedes, Sonia Calero, Mimí Cal, Leopoldo Fernández, El Chino Wong y muchos otros. 
 
Cuando habla del Benny, la mirada de Marta se ilumina, y sonríe: “Simpatiquísimo!  Era una persona muy tratable, muy simpática. En el show “El Solar” nuestros papeles eran de marido y mujer, escenificaba yo a una vecina del solar y ahí bailaba. Y el Benny como siempre… ya tomaba muchísimo, pero la gente lo adoraba.  Ponían una mesa y encima de ella siempre un vaso con bebida… cognac, o lo que fuera…no sé…. de pronto salía corriendo, tomaba algo del vaso y volvía a la escena…. Llegaba tarde, como siempre, pero todo el mundo se lo soportaba de muy buena gana… él era el rey. Lo conocí allí mismo, y como compañero de trabajo fue maravilloso aunque debo decir que nunca tuve una amistad íntima con él, fuimos amigos.  Como cantante, buenísimo. Y no era de esos que se enorgullecían y se creían mejores, no. Era muy humilde, muy humilde, como deben ser las personas que valen; y él valía mucho! Otro Benny Moré no nace! ”
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Las Mulatas de Fuego en escena.  Marta es la primera de derecha a izquierda.