Rosa Perez Diego, Profesora de Piano de Ruben Rios Nació en el 1925 y falleció en Miami, FL en el 2006
Ruben Rios
Fue mi maestra de piano en Puerto Rico, y a los 6 meses ya yo estaba acompañándome solo, actuando en los muchos clubs nocturnos y fiestas particulares en la Isla del encanto. Estábamos tocando en la Ciudad de Ponce en el Hotel Hilton, y aunque con el grupo musical, teníamos grande llenos, tuve la mala suerte de que el pianista de turno era muy bueno, pero a la vez muy irresponsable. Por lo que llegaba ebrio y tarde, cuando se iba de fiestas en horas de empleo. Ese 24 de diciembre día de Nochebuena, no fue la excepción Teníamos que comenzar a tocar a las 10 pm, y eran ya las 9:45 pm y de él ni sus luces. A las 9.50 pm yo estaba al borde de una crisis sin siquiera saber que pasaría. El bajista que teníamos tenía una gran trayectoria, por lo que tocaba bastante piano. Él se llama “Maimí”. Entonces le pregunté si él podría hacernos el favor de comenzar a tocar, mientras llegaba el pianista oficial. Así lo hizo. A las 10.30, apareció el aventurero en un taxi, ataviado con unos tenis blancos, camiseta (Pull Over) unos shorts, también blanco como si fuese el novio o invitado a una boda en la playa a las 3 pm. Borracho como una uva. Para que se le pasara la juma que tenía, ya que me dijo no podía tocar en esas condiciones, como parábamos en el mismo hotel y compartíamos habitación juntos, llamé a room service para que nos enviaran a la habitación una Jarra d café negro y sin azúcar. Entonces yo que estaba ya vestido esperándolo para comenzar la tanda, tuve que, a la fuerza, meterme en el baño con él, y bañarlo, con duchas de agua fría, como si fuese un bebé de dos años. Y darle café hasta que se pusiste negro por la cafeína. A las 11.15 ya estaba tocando como si nada hubiese sucedido. Pero un señor, que se emocionó con la música, quiso contratarnos por el cumpleaños de su hija, y yo le dije. Háblele al director que es el pianista. Pero en vez de esperar a que termináramos el set, subió a la Tarima hasta el piano, y aquél desenfrenado, le sacó una pistola, y el hombre salió volando y gritando: Esta gente están locos, no es posible tener que soportar esta clase de conducta. Cuando terminamos esa noche, hice una junta y les dije que yo estaba dándoles los 3 días reglamentarios, para salirme del conjunto, Y aunque los muchachos no estaban de acuerdo, así lo hice. Mas venia el 31 de diciembre, y Maimi se me apareció en casa, y me imploró que firmáramos contrato por dos semanas, para que los otros migrantes que se había quedado desempleados, ganaran algo para poder comprarle juguetes a sus hijos y nietos, l día de Reyes.
Yo accedí, mientras Maimí, se hizo cargo del piano. En un descanso, me preguntó, cuales serían mis planes, le dije, no vuelvo cantar en público, hasta no poder acompañarme yo mismo. Es que ya estoy harto de las informalidades de ciertos músicos, y me destruyen mi reputación A lo que me dijo: Yo te recomendara si es que quieres ganar dinero, ponte en manos de Rosa Pérez Diego, es una profesora de piano, especializada en niños y adultos. Con una paciencia increíble. Es una gran dama y profesora de Música. Al siguiente día ya yo estaba tomando clases con Rosa. Y eso que yo no sabía ni cuales eran los nombres de cada tecla de un piano. Ya yo tenía una gran experiencia en trabajar lo que era el Piano Bar, desde La Habana, la mayor pare de Estado Unidos, México, Santo Domingo, pero siempre acompañado por prestigiosos pianistas de la época, más debía pasar la prueba de fuego. Acompañarme yo mismo y sabía que me encantaría. Rosa una mujer finísima, culta distinguida y muy bella, comenzó a preguntarme, que estilo yo deseaba aprender. y le expliqué que, aunque yo disfrutaba la música clásica y selecta, ya no estaba en edad para machacar en hierro frio. Se tuvo que echar a reír. Ella era una trabajadora incansable de la música. Además, muy tierna y humana. Era también una muy buena compositora. Entre otros logró que Barbarito Diez, icono de la música cubana, interpretara varios temas escrito por ella. También le grabó algunas de sus obras. Durante su estancia en Puerto Rico, hizo muchas obras de Caridad. Era conocida por lo dadivosa que siempre fue. Se caso con el Sr. Manuel González y tuvo dos hijos. Manolo, y José Julián. Julián le regaló 4 nietos. En su primer matrimonio, un varón llamado Julián Alberto. Muy Brillante. Después, contrajo matrimonio, con Isa, donde le regaló a Julián E., Joseph A., y por último, una hembra llama Julissa M. Todos ellos 4 hijos, son brillantes lumbreras, para estudios y negocios. Bien educados y unas personalidades, “Increíbles”. José Julián, es alguien con una mente: Fuera de Serie. Siempre lo fue, desde muy temprana edad. Sobre Rosa recuerdo una anécdota que me marcó con ella. Yo estaba trabajando en el comercio de un gran amigo. En un momento dado, este amigo vendió su comercio, ya que pasaba todas sus actividades, para otro negocio en el Viejo San Juan, al lado de la Mansión donde vivían los Gobernadores de turno. Ese lugar se llama: “La Fortaleza” y queda en la calle precisamente del mismo nombre. Pero se lo entregaban en aproximadamente 2 meses. Por lo que yo quedaba sin empleo alguno. Entonces fui a donde Rosa para informarle, que estaba pasando y que tenía que cancelar las clases hasta que volviera a trabajar y ganar dinero. Y con su voz algo alterada me dijo: “Estás Loco Tu” …..Ya que vas tan adelantado, como piensas que te voy a dejar cometer tal locura. Sigues con las clases, y cuando comiences a trabajar nuevamente, ya hablaremos. Pero ahora olvídate de dinero alguno. Así pasaron un promedio de 6 semanas. Al no encontrar empleo, comencé a deprimirme. Una tarde llega para recibir mi clase, pero mi cara reflejaba una gran desventura. No podía concéntrame en sus explicaciones, por lo que Rosa me pregunta: ¿Rubén que te sucede? A lo que le expliqué. Entonces me dice: Mira hijo mío, la desesperación nunca ha solucionado problema alguno. Yo sé que tu profesa la religión católica igual yo La Evangélica. Pero no hay que olvidar de que Dios nos creó a todos por igual, y por igual nos ama a todos. ¿Por qué no pruebas leyendo todas las noches el Salmo 112? Ya que es el Salmo que se usa para mantener la suerte y es el Salmo de la prosperidad. Total, que no te costaría algo, puesto que solo tu inversión seria de 10 minutos todas las noches…Prueba que nada te va a costar. Y esa noche con una fe inmensa, comencé a leer ese Bendito Salmo. Como a los tres días, recibo la llamada de Israel, un ferviente admirador mío, que me visitaba en los centros nocturnos muy frecuentemente. Me dice: Rubén no pienses que quiero ofenderte, por el contrario. Ya sabes que yo trabajo vendiendo partes de General Motor, para sus vehículos. Y la chica que trabaja hace mucho en la oficina como contadora de libros, se nos casa, y deja la plaza. Pagan muy bien pues es una compañía americana que paga los salarios de USA. Pero al enterarme pensé qué sin tu dejar tu brillante carrera artística, podrías beneficiarte con este empleo, ya que lo harías en horarios convenientes para ti. Por supuesto que le dije que sí, y comencé a saltar y bailar como el Jibarito: Loco de contento. Lo primero que hice fue comunicarle a Rosa la buena nueva. Y cuando le fui a pagar a Rosa por los dos meses que no me había cobrado ni un céntimo, no quiso aceptarlo. Me dijo. Recíbelo como un regalo de José Julián y mío, como una señal de Buena Suerte. Ya en esos días también a mi amigo le entregaron su local en el Viejo San Juan, que él le llamó Cocolobo. Situado en la calle Fortaleza. A Rosa y a José Julián les invité para que fueran a ver el Show, donde yo ya me acompañaba. La pasamos muy bonito.
Esa era Rosa Pérez Diego
Ruben Rios “Mr. Pachanga” Montaje a la página: Julián Eliúd Gonzalez Confección de Fotos: Eduar’Designs