DANDY CROWFORD
Dandy Crawford.
Dandy Crawford fue quizás el penúltimo showman de los casos cubanos, pero tras una larga y persistente carrera el olvido ha lastrado su recuerdo.
No fue famoso, ni popular. Apenas disfrutó de giras internacionales, pero se consideró fiel a lo que creía, cantando la música que le gustaba, la que había defendido desde siempre, haciendo lo que entendía se le dio mejor, y dicen que lo asumió con un profesionalismo paradigmático. Quizás haya sido uno de nuestros primeros showmen, pero apegado al estilo de esos cantantes y bailarines afroamericanos de la era del swing, a quienes tuvieron como modelos inmediatos en sus inicios. Apenas grabó, pero su nombre aparece en algunas referencias fundacionales de más de un hito importante que merece ser grabado.
Dandy Crowford.
Cantante, animador y bailarín, al llegar a este mundo le fue dado un nombre, que ningún desprevenido reconocería en él: Armando Rodríguez Cárdenas. Muchos pensaron, con seguridad, que serían uno de los tantos pichones de jamaiquinos con apellidos que denotan ese supuesto acervo genealógico, pero lo cierto es que, al parecer, no había nada que lo remitiera a ese origen: había nacido en La Habana el 27 de octubre de 1921. Desde muy temprano, todavía adolescente, ya se atraído por la música que llega desde los Estados Unidos. No sé cómo aprende inglés y cómo llega muy pronto a recrear sus canciones preferidas del repertorio norteamericano. Así se produce su entrada al mundo artístico en la década de los 40: en Radiodifusión O’Shea; en Radio Mambí, acompañado al piano por el compositor Orlando de la Rosa, en un programa dirigido por José Antonio Alonso; en laRHC Cadena Azul con el grupo American Swing, del pianista Luis Mendoza, en el que figuraban Gustavo Mas, también tenorista Emilio Peñalver, el baterista Evelio Quintero y los trompetistas Alejandro “Coco” Barreto y Raúl Hernández (Cootie Williams). Con este grupo se presenta también quién sería la primera cantante cubana de jazz: Delia Bravo.
Aquí pueden escuchar a Dandy, en dos incursiones en el programa El Club del Swing, que se transmitió los miércoles desde los estudios de la radioemisora CMQ, en Monte y Prado, acompañado por una gran banda dirigida por un pionero del jazz en Cuba: Armando Romeu, y cantando Lady Be Good (G. Gershwin), en una grabación de 1945) y Candy (Kramer-David-Whitney) en registro fechado el 13 de junio de 1945).
Otras grabaciones de Dandy Crawford ese mismo año también en CMQ están disponibles en la web, gracias al buen hacer de mi amigo René Espí, quien también pudo rescatarlas de la desidia. Se trata de Blue Sky (Irving Berlin); Kalamazoo (Warren Gordon) con el acompañamiento de una orquesta dirigida por Félix Guerrero, y Honey Luckle Rose, respaldado por la orquesta de Armando Romeu.
Muchachos del jazz y el sentimiento: Dandy Crawford con Camisa obscura y sombrero, junto a Panchita Swing.
Angelito Díaz a la izquierda y detrás, Luis Yáñez. (Años 40)
De esos inicios, contó el compositor y cantante Angel Díaz, uno de los fundadores del movimiento del sentimiento: “Cuando tuve 16 ó 17 años, era amigo de Luis Yáñez y de Dandy Crawford, y nos íbamos al puerto en La Habana Vieja para escuchar jazz. Allí bailábamos, escuchábamos a Dizzy Gillespie, Billie Holiday, Benny Goodman, porque en todos los bares del puerto –estoy hablando de los años 30, 40- habían victrolas, y los marineros norteamericanos bajaban… Nosotros queríamos bailarín boogie-woogie, y jitterburg (…) ¿Por qué la palabra sentimiento? Porque cuando nosotros bailábamos en casa del saxofonista Bruno Guijarro, en Pogolotti –yo, Luis Yáñez, Dandy Crawford, Humbertico- nosotros habíamos escuchado en dos o tres canciones, que decían “sentir, sentir”. Le preguntamos a Dandy Crawford, que sabía inglés qué quería decir “sentimiento” y él respondió: Sentimiento. Entonces empezamos a usar esa palabrita: Tú tienes sentimiento, tú no tienes sentimiento. Cualquiera que esté fuera de nuestro estado de ánimo, tenías sentimiento o no.
En 1949 ya integra como cantante la orquesta del cabaret Tropicana, que dirigía Armando Romeu, y permanencia un tiempo más en esa formación después de Víctor Correa, empresario del gran centro nocturno, eliminar a Romeu y lo hizo sustituír por el director cubano-español Adolfo Araco.
Volvería años después a la pista del cabaret bajo las estrellas.
Pero probablemente mucho antes, ya Dandy, con esa pasión que tuvo éxito por la música norteamericana y sin saber que estaba siendo parte de un hecho fundacional, era inseparable de algunos muchachos que no llegaban a los veinte y con los compartimientos idénticos gustos. Solían frecuentar los bares del puerto para encontrarse con los marineros que desde Nueva Orleans, venían en tripulaciones de paso por La Habana y trataban de aquellos discos que perseguían sin tregua los que luego tenían “los muchachos del sentimiento”. Dandy estuvo muy determinado, desde sus inicios, al movimiento del sentimiento y es en reuniones que hoy pueden llamarse descargas, donde comenzó a incursionar en el scat vocal, según Leonardo Acosta, fue el primer cantante cubano que pudo hacerlo. “Es cierto que el bebop, incluso en su vertiente cantada (scat vocal) pueden convertir la voz humana en un instrumento, lo que no sucede en el sentimiento, y el embargo de este movimiento quirúrgico los dos primeros cantantes de scat de Cuba: Dandy Crawford y Francisco Fellove, que fue el creador de un scat con fraseo cubano ”- remarcaría Acosta.
Luis Ya_ez, Angelito Díaz, Panchita Swing (con vestido blanco), Mariita, Dandy Crawford, sobrino de Dandy. Mod de los años 40
Dandy Crawford con Nat King Cole en Tropicana. Año 1954.
(Foto tomada de la revista Tropicana Internacional)
Se gestaba entre esos jóvenes un nuevo modo de componer y cantar canciones, donde la letra daba paso a textos más cercanos a la poesía y la música, a partir de la riqueza del bolero, denotaba complejas armonías y las cercanas influencias del jazz. Dandy no era compositor, pero con su voz y estilo, fue entusiasta y asistente participante en descargas que organizaban los muchachos de sentimiento (José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz, Jorge Mazón, Angel Díaz, Rosendo Ruiz Quevedo, Luis Yáñez, Armando Peñalver, y muchos otros), en especial las “descargas de jazz e son” que organizaba la compositora y pianista Isolina Carrillo, y que frecuentaban la cantante Paulina Alvarez, el saxofonista Virgilio Vixama y el contrabajista Alfredo León. Allí, en el grupo de los creadores delfeeling, junto a Francisco Fellove –quien luego en México terminaría por ser El Gran Fellove- iniciarían un modo de cantar, una frase inusual que los definiría como los primeros en Cuba en hacer scat vocal, no en un entorno específicamente jazzístico, pero sí fuertemente influenciado por el jazz.
Dandy continuaría en el entorno de aquel grupo filinesco y por ello, se le vería como cantante principal, a finales de 1949, de un grupo ocasional que se formó para presentarse en una fiesta durante la celebración del 31 de diciembre en la casa de la comunidad, una sociedad de norteamericanos residentes en Cuba, junto a José Antonio, en la guitarra eléctrica; Rosendo Ruiz Quevedo –guitarra acústica; Frank Domínguez –piano; Isauro Hernández –contrabajo; Leonardo Acosta en el saxo alto: Francisco Fellove –congas y voz (en las guarachas y los mambos); Luis Yáñez en las maracas, güiro y claves, así como en los coros. Dandy tenía a su carga los boleros y las canciones en inglés. Después permanecieron como grupo un tiempo más, con las lógicas altas y bajas.
En julio de 1954, viaja contratado a Santo Domingo, Rep. Dominicana, para presentarse en varios centros nocturnos. Vuelve a Tropicana, en enero de 1956 para formar el elenco de los shows Fantasía Mexicana y Noches del Trópico, junto a los bailarines estelares Ana Gloria y Rolando, Leonela González y Henry Boyer, la soprano Xiomara Alfaro, el Cuarteto D’Aida (en su formación original), coincidiendo con el debut de Nat King Cole en el cabaret afamado, y teniendo entre sus distinguidos espectadores a los actores Marlon Brando y Joan Crawford, y su entonces esposo Alfred Steele.
En los camerinos de Tropicana con la actriz norteamericana Joan Crawford,
(de pie al centro). A su lado luciendo Gafas un caballero sin identificár, (Le sigue)
Extrema derecha, Miguelito Chekis, Extrema Izquierda, Jorge Martinez,(Le sigue) una bailarina y dos señores. Estos tres sin identificár.
Arrodillados Sandra Taylor, Dandy Crowford al Centro, y Lesvia Dolét. a la extrema derecha.(Foto tomada de la revista Tropicana Internacional de los años 50)
En los camerinos de Tropicana con la actriz norteamericana Joan Crawford
A su lado luciendo Gafas su entonces esposo, Alfred Steel.
XIOMARA ALFARO
Moraima Secada, Felo Bergaza, Aida Diestro, persona sin identificar (de pie)
Dandy Crawford y Omara Portuondo. (Años 50)
El siguiente año, 1957, tracería a Dandy su primera y única oportunidad cinematográfica, el ser aceptado en el numeroso elenco del filme mexicano rodado en Cuba Yambao, el realizador germano-mexicano Alfredo B. Crevenna, con la famosa Ninón Sevilla en el rol protagónico . Ese mismo año aparece en el programa televisivoJueves de Partagás, del circuito CMQ, donde comparte cartel nada más y nada menos que con Rita Montaner. Eran los años en que actuó en el cabaret Sans Soucí como cantante del grupo dirigido por el pianista Frank Domínguez, y formado por César Portillo de la Luz, Gastón La Serie, Alfredito León, entre otros, en tandas alternas con el Cuarteto D’Aida . Después se presentanían también, en formato similar, en el cabaret Montmartre y más tarde en el clubSherezada. En octubre de 1958 Dandy vuelve al Sans Soucí, pero esta vez en el elenco de una revista de ambiente haitiano montada por Víctor Alvarez, junto a Martha Jean Claude entre otros, donde también demostró su dominio del francés.
El Cuarteto D’Aida, Frank Domínguez, Dandy Crawford, César Portillo de la Luz, Haydée Portuondo, y Artista sin identificár, en el “Cabaret Sans Soucí”.
Viajó también a Haití, Colombia y Estados Unidos, problemas de su arte escénico variado y colorido, y su excelente voz a sitios nocturnos de esos países.
No abandona el jazz, sigue a los músicos y sus avatares, y es de los primeros en acudir a las descargas de jazz que organizaban en Tropicana los músicos de su orquesta de planta apoyados por otros que iban a descargar y nuestros nombres hoy forman parte de la historia del género en Cuba: Bebo Valdés, Armando Romeu, Fernando “El Negro” Vivar, Leonardo Acosta y muchos otros
Dandy Crawford en un programa televisivo. Al fondo a la izquierda, la vedette Maricusa Cabrera. (Foto tomada de la Revista Tropicana Internacional)
En 1956 el apuesto cantante y actor afroamericano Harry Belafonte publicaba su tercer álbum de estudio bajo el título Calypso (RCA-Victor LPM-1248), que se convertiría en su segundo álbum en alcanzar el primer lugar en la lista Top Pop Albums de la revista Cartelera y donde permanecería por 31 semanas consecutivas. Comenzaría así la gran experiencia del calipso, que el carisma de Belafonte ayudaría a expandir. A su fama en Cuba contribuyó también su presencia en el filme Island in the Sun, como actor y compositor –junto a Irving Burgie- del tema que da título al filme Island in the Sun, dirigido por Robert Rossen, junto a Dorothy Dandridge y Joan Collins , aunque lo más popular en Cuba, a donde la voz de Belafonte llegó con la rapidez habitual, fueron sus versiones de Day-O (Banana Boat), una canción tradicional jamaicana, sin apenas calipso; Despedida de Jamaica, y Matilda, Matilda.
Moraima Secada, Felo Bergaza y Dandy Crawford. Años 50
Pues bien, ¿en Cuba quién si no Dandy Crawford podría asumir el reto del nuevo ritmo foráneo? Como era habitual en él, replicó con creatividad el canto y el ritmo de Belafonte, dicen que de modo excelente. En 1959 ante la experiencia del calipso, Julio Gutiérrez vuelve a demostrar su ductilidad para asimilar los nuevos ritmos de moda, cuando crea la formación Julio Gutiérrez y sus Calypsos cubanos, y por supuesto, ahí está Dandy Crawford como voz solista. Con esta formación realizada sus únicas grabaciones de estudio, cinco calipsos y una canción que, si bien se alejan completamente del jazz, permiten a Crawford mostrar su capacidad para asimilar otros géneros.
Como saldo significativo de la década de los cincuenta, además, Crawford había transitado por los escenarios de los más importantes cabarets del país: el Casino Nacional, Montmartre, Zombie Club, acreditando lo que caracterizaría su carrera musical: ser un cantante de cabaret.
Cuando a finales de la década de los 50 se crea el Club Cubano de Jazz, ahí está Dandy, presto a incorporar a sus actividades y descargas. Fue uno de los cantantes que se presentaron en sus sesiones.
A partir de 1960 la carrera musical de Crawford le lleva a los clubes que, emulando a los grandes cabarets aunque con un sello propio, se multiplica por la ciudad desde finales de la década anterior. En julio de 1960 trabaja una temporada en el club La Gruta, en 23 y O, en la céntrica Rampa con Esther Montalván y las Hermanas Cano, como siempre, con un repertorio internacional en idiomas inglés, francés y portugués, y motivando positivos opiniones en la prensa especializada. A mediados de 1960 participa en las descargas programadas en el Hotel St. John’s, compartiendo la pista con Doris de la Torre, Elena Burke y Frank Domínguez, Pacho Alonso, el duó Renée y Nelia, Felo Bergaza, Ela O’Farrill y otras figuras sentimiento de la onda. En enero de 1961 se le podría ver y escuchar en el Club Le Mans, recién inaugurado un mes antes, junto a Pacho Alonso y otros artistas populares. En el Cabaret Nacional, con Fernando Álvarez, Pío Leyva, Anisia y Rolando, Amparito Valencia, Berta Pernas. En el Habana Libre participa en la descarga Constelación de Estrellas, en homenaje a Humberto Anido, junto con Gina León, Juana Bacallao, Tata Güines, el Cuarteto de Meme Solís entre otros.
En 1961 vuelve al gran cabaret, esta vez en una producción de envergadura, como lo fue “Me voy pa’l Brasil”, en el Casino de Capri (hoy Salón Rojo) con Los Bucaneros, Gina León, Tony Escarpenter. En el escenario rivaliza con Juana Bacallao en situaciones hilarantes. De su desempeño en este espectáculo, diría la prensa: “Dandy ha sido sorpresa para todo el mundo. Estaba preterido, virtualmente eclipsado, pese a sus estupendas aptitudes histriónicas. Su labor lo pone a la cabeza de todos los cantantes revisteriles del año artístico “. Al final del año, en el balance que realiza anualmente la revista Show es elegido el mejor cantante en ese estilo. [15] La pista del Capri vuelve a recibirle en octubre de 1962 al figurar en el elenco del recordado show “La Caperucita se divierte” junto a Juana Bacallao, Maggie Prior y el Cuarteto de Meme Solís. El periódico Revolución lo señalado como cantante destacado en un espectáculo o producción durante ese año. Muchos hoy recuerdan el excelente y divertido tándem que conformara junto a la Bacallao. También en 1963 el mismo periódico lo selecciona entre los artistas de cabaret más destacados, junto a Elena Burke, Marta Strada, Juana Bacallao, con mención a Miriam Acevedo, Las Capella y Los Bucaneros. Poco más de año y medio después vuelve al gran cabaret, en diciembre de 1964 con el estreno de la producción “Gina a lo Riviera” en el Copa Room del Riviera, con Gina León, como figura estelar, y Juana Bacallao, Las D ‘ Aida y Los Papines, en el elenco. En octubre de 1966 está en el cabaret Nacional de Prado y Neptuno y en agosto de 1967, se puede escuchar en el entonces famoso bar Pico Blanco del Hotel St. Johns, junto a Moraima Secada y otros. En septiembre de 1971 está en el Copa Room del Hotel Havana Riviera con Los D’Enríquez, Bobby Carcassés, Los Geovani, Las Hermanas Valdivia y Las Capellas. En noviembre de 1972 está en Rincón Azul con Ezequiel Cárdenas y otros.
Un testimonio directo de sus recuerdos sobre Dandy Crawford ofrece el músico Omar Alfonso Reyes Canto en su blog: “(…) exactamente en el año 1975, (…) tuve la oportunidad de acompañar a este formidable artista en el show que noche anoche se presentaba en el salón Libertad del emblemático Hotel Nacional de Cuba. Desde un principio, en los mismos ensayos del espectáculo, me di cuenta de que estaba ante un verdadero profesional de la música; además de que algunos músicos que con anterioridad ya habían trabajado con él, así como algunas personas que en distintas funciones laboran en el cabaret, le conocían, daban fe de ello … “. (…) la presentación estelar de Dandy Crawford en las noches de espectáculos en el Hotel Nacional era al final del espectáculo … En la misma cantaba en español, francés, inglés y por supuesto, en nuestro idioma castellano. El repertorio musical que él interpretaba era, en cuanto a géneros musicales a saber, exquisitamente variado, lleno de un colorido internacional, donde los ritmos fluctuaban entre baladas, sambas, bossanovas, bolero-sentimientos, guaguancó orquestales, descargas, guarachas, chachachas, sones etc .; pero eso sí, capítulo aparte merece el nombre de la descripción de toda esta panorámica musical que él exponía en sus espectáculos, estaba apoyada por magistrales arreglos musicales … (…) En cuanto a una de sus formidables interpretaciones, recuerdo una en específico, la cual nosotros los músicos disfrutábamos acompañar. Era una de las bellas páginas musicales que el gran compositor, arreglista y director de orquesta René Touzet había concebido unos pocos años atrás … El título de esta pieza era musical «No te importa saber», con un arreglo espectacular en jazz de la gran maestra Enriqueta Almanza; en un estilo único que Dandy interpreta magistralmente, y que, al final del arreglo, el mismo cobraba un aire de Guaguancó que Dandy bailaba al compás de los giros e improvisaciones del bongosero de nuestra orquesta … [19] Antes de comenzar – termina narrando Reyes Canto- mencionaba el nombre de su autor para el que pedía siempre un fuerte aplauso, un peso de que ya Touzet desde hacía mucho no se había afectado en Cuba.
También en la década de los setenta, como uno de sus últimos trabajos en el gran cabaret, Dandy fue figura importante en la producción “Se cambia, se cambia” en el Salón Rojo del Capri, bajo la dirección de Olga Navarro, compartiendo cartel , entre otros, con los mimos Olga Flora y Ramón, y de nuevo con Juana Bacallao.
El cierre de muchos centros nocturnos en dos ocasiones distintas, finales de la década de los sesenta y en los inicios de los setenta, privó a muchos artistas de su medio natural de expresión, al limitar sus posibilidades de trabajo. Fue el caso de Dandy Crawford quien, como se aprecia, identificó la mayor parte de su carrera, por no decir toda, en el cabaret y los centros nocturnos. Esta situación fue solvente de un modo otro, pero algunos decisores desde posiciones de poder enfrentaron el cabaret a los proyectos que se encaminan para elevar la cultura popular, estigmatizándolo y limitando, con ello, la identificación de figuras de valía musical con esos momentos, como sí había ocurrido en años anteriores. Tal antagonismo, la subvaloración de sus reales posibilidades y las renuncias lógicas que siguieron están en los orígenes de una verdad: el cabaret, como hecho artístico, nunca volvería a tener la relevancia que le caracterizó en las anteriores.
Para colmo, el showman en la tradición de Broadway, nunca fue un estilo de amplio reconocimiento popular en Cuba, y más bien disfrutó de sus días de gloria en los escenarios de cabarets y clubes nocturnos.
Con poco más de medios centuria de vida Dandy ya no podría reinventarse y así, como podría con su medio natural, asistió a la desaparición de un estilo: el de los showmen al estilo norteamericano que le inspiró y que él imitó con el acierto que siempre le fue reconocido, grabando un camino de géneros que lleva la carga desde el columpio hasta elcalypso, pasando por los géneros cubanos más raigales.
Y de ese modo, los días se le hicieron más breves y las noches perdieron el encanto que para él tuvieron siempre; regrese todos los días cada vez más temprano a su Cayo Hueso, hasta que las luces se apaguen y los desaparecidos desaparecieron para siempre bajo sus pies.
Como sus compatriotas Francisco Fellove y Amado Borcelá “Guapachá”, exponentes únicos del scat vocal en Cuba, Dandy Crawford tampoco fue popular, no nunca nunca el favor general del público, ese ansiado “pegarse”, y debió contentarse con los aplausos que casi casi siempre en los principales cabarets y clubes nocturnos que inundaron La Habana hasta bien entrados los años sesenta.
Armando Rodríguez Cárdenas, o mejor Dandy Crawford falleció en La Habana, el 9 de noviembre de 1998.
DANDY CRAWFORD. TUVO VARIAS GRABACIONES RADIALES DENOMINADAS CON GRANDES EXITOS.
Un Programa El Club del Swing – Radio CMQ – 1945
Con la orquesta dirigida por Armando Romeu.
Diseño hecho por Eduar’Design y Julian Eliúd Gonzalez
Montaje a la pagina por: Julian Eliúd Gonzalez
“Recopilación de Datos” y “Narración”: Ruben Rios . “Mr. Pachanga
Montaje a la pagina por: Julian Eliúd Gonzalez
“Recopilación de Datos” y “Narración”: Ruben Rios . “Mr. Pachanga