Myrta Sylva Blanca Oliveras, también conocida como Myrta Silva y “La Gorda de Oro”, nació en Arecibo, Puerto Rico, el 11 de septiembre de 1927. A los seis años, la tragedia sobrevino cuando falleció su padre, Aureo Silva. Su madre, también conocida como “Mama Yeya”, apoyó a Myrta Silva durante la mayor parte de su vida.
El talento de Silva se desarrolló a una edad temprana.
Cuando tenía diez años actuó en el Teatro Oliver de Arecibo. Tras demostrar su valía, su madre envió a la artista emergente a vivir con su tía materna en Nueva York.
Allí compuso sus primeras canciones y se sumergió en la industria musical.
Aunque Silva tenía sólo doce años cuando llegó a Nueva York, se adaptó rápidamente e incursionó en teatros y estaciones de radio locales.
Además, su ética de trabajo y afinidad por el mundo del espectáculo le dieron seguidores locales y un contrato con RCA Records.
Silva actuó regularmente durante los años 30, pero su oportunidad llegó en 1939 cuando conoció al reconocido y muy estimado compositor y multi-instrumentista:
Rafael Hernández.
Cautivado por su talento y su seductora voz, tomó a la artista emergente bajo su protección y la preparó para el éxito. Además, la invitó a formar parte de su grupo, Cuarteto Victoria.
Mientras estuvo en el grupo, Silva desarrolló un aprecio por el arte del bolero y la guaracha. Además, el grupo viajó a Estados Unidos y América Latina, y la exposición elevó la popularidad de Silva.
Después del Cuarteto Victoria, Silva regresó a Puerto Rico y actuó en diversos locales y hoteles.
Durante una visita a Cuba, su seductora voz y su estilo único de actuación la llevaron a trabajar con la icónica “La Sonora Matancera”.
Silva fue miembro del grupo durante un año; sin embargo, antes de partir, buscó a una joven maestra de escuela convertida en cantante llamada Celia Cruz y la preparó como su reemplazo. “El resto es historia”.
En 1956, Silva se convirtió en productora y presentadora del programa de televisión “Una Hora Contigo”, que se transmitía desde Nueva York. Posteriormente, llevó el programa a Puerto Rico. Fue durante esa época que obtuvo el epíteto de “La Gorda de Oro” y términos como “La Bomba Atómica Puertorriqueña” y “La Vedette Que Arrolla”, como aparecía en la publicidad de sus actuaciones.
Silva también produjo el programa de televisión “Tira y Tapate”, el primero en Puerto Rico en presentar noticias de entretenimiento y chismes.
A través de la apariencia de la atrevida y a veces tosca “Madame Chencha”, Silva chismeó sobre la élite de Puerto Rico. El segmento fue duramente criticado, lo que generó una disputa entre figuras públicas y la televisora. En consecuencia, Silva regresó a Nueva York, donde compuso la mayoría de sus canciones populares.
El impacto de Silva en la música y la cultura puertorriqueña es inconmensurable. Fue una músico excepcional. Tocando las maracas, jugaba con ellas sin perder el ritmo, como muy pocos músicos han podido hacerlo.
Compositora, intérprete, productora, presentadora y comentarista de programas de radio y televisión con múltiples talentos, y una exitosa mujer de negocios en una sociedad e industria dominadas por los hombres.
El profesor asociado de cultura española y estadounidense y autor del libro “Listening to Salsa – Gender, Latin Popular Music and Puerto Rican Cultures”, Francis R. Aparicio, opina sobre el impacto y el estilo de Silva: “Esta combinación de presencia física y estilo de interpretación creó un efecto único para su público. Myrta Silva no era la vedette elegante y sensual. Tampoco era la figura tierna y maternal. A través de su humor irreverente, su estilo de canto y su dotación física, subvirtió autoparódicamente las expectativas populares sobre la delicada y cantante frágil e incluso sexy”.
En 2016, Silva fue incluida en el Salón de la Fama de los Compositores Latinos.
Asimismo, en 2020, la cantautora puertorriqueña Karla Marie Rosado lanzó el proyecto “Siempre Contigo Myrta Silva”. “Silva representa a la mujer puertorriqueña exitosa que rompe barreras”, dice Rosado. “Ella fue una pionera y vivió y trabajó según sus condiciones. Su ejemplo me inspira a seguir adelante”.
La vida y la carrera de Silva son material para una película biográfica, una telenovela, un libro y una obra de teatro. Lamentablemente, se suma a una larga lista de artistas, músicos, compositores, arreglistas, directores de orquesta y pioneros “invisibilizados” que no han recibido el reconocimiento que merecen.
Una nueva generación de oyentes experimentará la majestuosidad de la música de Myrta Silva, gracias a Rosado.
**Sus últimos años.**
A lo largo de su carrera, Myrta colaboró con algunos de los mejores artistas de la época y su obra tuvo un gran impacto sobre la música de Puerto Rico. Sus años finales fueron matizados por una candente controversia familiar relacionada con su cuidado en momentos en que sufría de la enfermedad de Alzheimer.
El 2 de diciembre de 1987 falleció por quemaduras de tercer grado causadas por agua caliente. Su herencia fue disputada entre varios miembros de su familia y generó una controversia en torno a su incapacidad mental para designar herederos.
¡Viva “La Reina de la Guaracha”!
Recopilación de historia:
Ruben Rios Mr. Pachanga
Fotos de esta publicacion, han sido recopilados de la internet por: Eduar’Designs.
Montaje: Julián Eliud